15 Feb Mujeres Errantes: oficios de puerto y playa.
Imagen de la playa de San Lorenzo ( Gijón )
CIMAVILLA, EN ESTE MUNDO NACÍ YO Y ESTOY MUY ORGULLOSA DE ÉL.
Los carretadores o focas. Empezaban a trabajar a las cinco de la tarde cuando los primeros barcos llegaban a puerto y terminaban a la una de la mañana de sacar el pescado.
El despertador. Ningún marinero tenía reloj, entonces solo lo tenían los ricos, así que a las cuatro de la mañana empezaban a vocear por las calles para que despertaran: “Gelu, a la mar”, “ Segis a la mar”…
También estaban los sayones, bañeros ataviados con sayal de tela negra que sujetaban a los foriatos por las manos mientras se bañaban cobrando una perrona por ello. ¡Nos mexábamos de risa al oír sus gritos cuando les golpeaban las olas!
Y luego estábamos nosotras, las pescaderas ambulantes, las morrongueras.
La Chata (Julia). Mujeres Errantes. Editorial Roca 2018.
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